La Virgen de los Dolores sale en procesión bajo un cielo clemente en una agradable noche de primavera

La Virgen de los Dolores sale en procesión bajo un cielo clemente en una agradable noche de primavera.
El pueblo de Malagón ha vivido una noche cargada de emoción y fervor con la salida en procesión de la Virgen de los Dolores, que ha marcado el inicio de las celebraciones de la Semana Santa en nuestra localidad.
Pese a las amenazas de lluvia que persistieron durante toda la semana, el cielo, en un gesto de complicidad con nuestra Virgen, respetó la cita y la imagen, ataviada con su recién estrenado manto nuevo lució y paseó por las calles de nuestro pueblo.
La comitiva procesional, presidida por el párroco de la UAP de Malagón Don Óscar Palomo, arrancó al terminar la función religiosa desde la parroquia de Santa María Magdalena.
A su lado, autoridades como el concejal de Cultura, Álvaro García Ceca Sánchez, y la concejala de Festejos, Alicia Rebato Sobrino, junto a otros miembros de la corporación municipal, acompañaron el paso de la dolorosa.
La Banda Municipal de Música de Malagón, dirigida con maestría por Lourdes Segovia, interpretó de manera brillante varias marchas procesionales.
La Calle Tercia fue el lugar que más público acumuló como viene siendo habitual en las procesiones, y allí fueron testigo del paso de madrinas y penitentes que portando sus velas acompañaron a la imagen de nuestra Virgen.
Pero el momento más sobrecogedor llegó cuando la voz de Lucía García, cristalina y llena de duende, entonó «Caridad del Guadalquivir» acompañada por los acordes de la banda municipal de música de Malagón y en perfecta sintonía con su cante elevaron la emoción hasta convertir la cruz verde en un manojo de emociones contenidas y de más de una lágrima.
Al término del recorrido, cuando la imagen regresó a su templo, la directiva de la Hermandad de la Virgen de los Dolores se fundió en abrazos para celebrar que la Virgen había podido salir, rompiendo las previsiones meteorológicas y uniendo, una vez más tradición, fe y vecindad.
¡Viva la Virgen de los Dolores!