EL TERESIANO CONSIGUE SUMAR UN PUNTO EN ALMADÉN ANTE UN CORREOSO PATRIMONIO (1-1)
Mis recuerdos de Almadén, en lo que a términos futbolísticos se refiere, siempre son los mismos…Veo a Felixín y a su Renault 4 “ranchera” llena de futbolistas, en su parte de atrás, un viaje de más de tres horas (ahora son dos porque ha mejorado mucho el camino), angostas carreteras, felicidad y muchas risas.
También veo a Félix Barrero ejerciendo de “míster” de los juveniles, en un partido de esos de dar cera y pulir cera:
“- Calienta, Mármol que vas a salir…” y mi amigo Julián, el de los mármoles, el menos futbolero de la familia Ruedas, que no quería entrar en la batalla del partido de Almadén, contestarle con una tranquilidad pasmosa: ”-Felixín ¿No hay otro?”
No había más porque muchos jugadores “se borraban” para ese partido y sólo habíamos viajado 12 posibles futbolistas. Eso de “borrarse” siempre ha existido y existirá…aunque ayer si que había otros… borrados y disponibles.
Álvaro Huertas puso el siguiente once en liza, para enfrentarnos al Patrimonio de Almadén en un partido que siempre es muy difícil en la ciudad del mercurio:
Luis Bravo, Lucho, Saúl, Fernando, David Gabín, Saúl, Alan, Rosado, Elías, Raúl Menor, Manza y Siisu.
El partido comenzó casi igual que terminó, con el Patrimonio intentándose imponer y el Teresiano demasiado agazapado y quizá muy cerca de nuestra área.
El primero en llegar a la portería contraria fue el Patrimonio Almadén de José Blanco, un entrenador de esos que se parten la cara por su equipo y que intenta después de tres magníficas campañas en categorías inferiores, remontar el vuelo en esta difícil liga de preferente.
Fue en un ataque bien hilado por parte de Louis Riquier, el balón le llegó a Gustavo Cabrera que centró para que Benbria rematase alto.
De repente Rosado
Que Rosado tiene una calidad infinita ya lo sabemos, a eso hay que sumarle una velocidad endiablada en sus acciones y unas ganas de mejorar en cada partido.
Su manera de jugar se asemeja a la caligrafía japonesa y es que con un par de pinceladas sobre el campo ya transmite que algo importante va a pasar, pero para explicar la jugada que fabricó necesitaríamos al menos dos párrafos en la crónica del partido.
Así que vamos a intentarlo:
Con un toque, tras una buena presión al Almadén, se desembarazó en el túnel más rápido que le han hecho jamás a Lapman en su vida.
Carlitos Rosado continúo profundizando por la banda izquierda de nuestro ataque, alzó la cabeza vió a Siisu, que como siempre hizo su trabajo, control en la adversidad y el balón cruzado pegadito al poste 0-1 y a soñar.
El Teresiano mandaba en el marcador y fue ahí, en ese preciso instante cuando apareció el mejor jugador del partido: Alan Adrián Acevedo, que quiso hacerse el dueño de la parcela del medio campo y que damos fe que lo consiguió.
La llegada de Alan nos ha aportado muchas cosas. Es un jugador que parece tener 35 años, o sea muy experto a pesar de su juventud, habilidoso con el balón, muy inteligente a la hora de tomar decisiones y a veces, hasta divertido de ver, pero lo más importante es que hace que lo difícil parezca fácil.
El Teresiano parecía estar cómodo, y Raúl Menor quería asomarse al partido y remar en la misma dirección de Alan y Rosado. Fueron los mejores momentos de un partido que se desdibujó con el paso del tiempo.
En el proceso de desvanecimiento del Teresiano nuestros atacantes fueron desapareciendo del dibujo y fue entonces cuando apareció un jugador que ayer dio el “do” de pecho
Fue David Gabín, que volvía al equipo después de una larga lesión y que realizó un excelente encuentro, siendo muy certero en la salida del balón, aunque a veces abusara del pase en largo, pero en definitiva aportando mucho y todo bueno.
Saúl también estuvo bien en los minutos previos a su lesión…aunque, siempre nos gusta pedirle más al bueno de Saúl porque creemos que lleva dentro mucho más fútbol de lo que él mismo cree…En la segunda parte, tuvo que ser sustituido. Saúl debe superar los momentos críticos de los partidos con mayor entereza, porque no sabemos a ciencia cierta si fue lesión o cansancio, pero nos hacía mucha falta en esos momentos.
Es verdad que notamos cierto cansancio en algunos jugadores o quizá es que nuestra percepción, después de sus grandes partidos anteriores fue demasiado severa, pero no fue el día de Elías, al que tanto necesitamos siempre, ni de Manza, que no consiguió conectarse al partido, ni de Lucho al que pesó demasiado el balón en todos los centros que intentó. Fer lleva muchos partidos jugando tocado y ayer, aunque fue expulsado injustamente, no fue el Fernando de otros días…
Pura impostura.
Porque los nuestros quizá merecieron más…En un saque de Lucho, por nuestra banda derecha, el balón botó demasiado alto, la defensa minera se comió el balón y el esférico, cual regalo de navidad le llegó a Rosado. Carlitos pudo hacer el segundo, pero el balón se quedó enganchado entre las piernas del portero. ¡Qué lástima!
Nuestra fue la primera parte, con un Patrimonio que dejó evidencias de su posición en la tabla clasificatoria, aunque tenemos que decir que en la segunda parte fueron superiores a nosotros, consiguiendo justamente el gol que les otorgó un merecido empate.
A mí dame siempre jugadores con carácter, de esos que se quitarían la camisa enajenados tras marcar durante un partidillo en la primera comunión de su primo frente a toda la familia. Alan es así y en una entrada fuerte en la que no tocó al contrario, casi el final de los primeros 45 minutos, fue amonestado con una justa tarjeta amarilla.
SEGUNDO TIEMPO
A los siete minutos de la segunda parte Bendria marcó de cabeza a la salida de un corner.
El lanzamiento no fue un ejemplo de como se deben sacar los saques de esquina, ni siquiera iba con rosca cambiada convirtiéndose en un balón de esos dificilísimos…apostaríamos que casi “blandito”…El caso es que su remate supuso el 1-1. Sinceramente creemos que Luis pudo hacer algo más, pero no vamos a ser nosotros los que carguemos las tintas contra el bueno de Luis, que realizó dos paradones antológicos durante el partido.
Un gol que explica, a las claras porque somos el equipo más goleado junto a nuestros rivales de ayer y un gol que sirvió para envalentonar al Patrimonio del Almadén que a arreones y por medio de los cambios realizados, nos arrinconó por momentos en nuestra portería.
Capilla y Mansouri, aumentaron la calidad y dieron otro aire al equipo de José Blanco y en momentos nos recordó al Patrimonio de hace dos años, como un equipo volcado al ataque, sin fisuras y llevados en volandas por su afición.
Además, aprovecharon su mejor arma, la intensidad, la fuerza que desde la grada da su público y la lección bien aprendida desde el descanso de “buscar a nuestros jugadores amonestados” para intentar sacarlos de campo.
Alan sufrió sus provocaciones, pero se hizo fuerte y demostró su experiencia, Fernando que había sido “escupido” previamente por Lapman, fue expulsado al intentar quitarse de encima a un jugador del Patrimonio. Cosas del fútbol. Una expulsión que nosotros consideramos injusta y que quizá ellos piensen que era la más justa del mundo.
Apareció Arturo.
Huertas había movido el banco. Entraron Arturo y Johnny y el de los Cortijos, que lleva dos o tres partidos en línea ascendente, realizó dos o tres buenas acciones que ayudaron a recuperar la confianza teresiana.
En una de ellas, Artu rodó el balón como en el fútbol sala y su centro no encontró rematador.
El Patrimonio apretó en los últimos minutos y fue entonces cuando aparecieron el mencionado Mansouri, Capilla y Romario. Fue un “mini asedio” sin consecuencias para nosotros, afortunadamente.
El partido concluyó con un balón envenenado de Siisu desde la distancia.
La sensación es agridulce porque jugador a jugador no hay muchos jugadores del Patrimonio que sean superiores a los nuestros, pero el fútbol es así y siempre lo será. Ellos supieron jugar sus bazas. Se apoyan en su público, bullicioso y animador, pero respetuoso siempre con la afición visitante. El punto que consiguieron es más que justo.
Y nosotros, pues contentos de seguir sumando y llegar a la cifra de 20 puntos cuando aún quedan cuatro partidos para que concluya la primera vuelta.
El objetivo de la permanencia está más cerca. ¡Vamos Teresiano!