Ruta “Caminando con Teresa” – 7. Plaza de la Cruz Verde y Calle Tercia
Ruta “Caminando con Teresa”
7.- Plaza de la Cruz Verde y Calle Tercia
Durante el S. XVIII, Malagón vive un momento de expansión urbanística, que hace que el pueblo crezca hacia el este. La apertura del puerto de Despeñaperros hizo que todos los tráficos de mercancías y las postas que se dirigían a Andalucía o que desde allí subían al centro peninsular no utilizaran ya el Camino Real, por lo que éste cayó en desuso, perdiendo la importancia que tuvo en siglos anteriores. Esto hizo que se abandonara la antigua plaza pública y que el centro neurálgico de la población se trasladara hasta la calle de la Tercia.
La calle debe su nombre a la “casa de la Tercia”, propiedad de los marqueses de Malagón, en la que se cobraban los impuestos, que normalmente representaban una tercera parte de las cosechas. Aún se conserva, sobre la entrada a la casa del administrador del Marqués de Malagón, un escudo de piedra arenisca, muy deteriorado, que contiene las armas de D. Antonio Benavides de la Cueva, Duque de Santisteban del Puerto y Marqués de Malagón, del S. XVIII.
El Estado o Estados de Malagón se crea en 1548, siendo el I Señor D. Antonio Ares Pardo. Malagón se convierte así en cabeza de este señorío, que incluía las villas de Porzuna y Paracuellos. En 1599, el señorío se eleva a Marquesado, siendo Dña. Guiomar Pardo Tavera la I Marquesa de Malagón. El título de Marqués de Malagón fue agregándose, a lo largo de los siglos, a diferentes casas nobiliarias, como la de Villalonso, Castellar, Santisteban del Puerto y, ya en el siglo XIX, a la de Medinaceli.
La calle de la Tercia conserva una serie de casas solariegas, una de ellas convertida hoy en Casa Rural, y a la que puede accederse para visitar su portalón y patio de labor.
La plaza de la Cruz Verde debe su nombra a una cruz de madera con pigmentos verdosos que estaba colocada en una de las fachadas de las antiguas casas que rodeaban esta plaza. Su origen no se conoce con exactitud, si bien ya en el S. XVIII se constata su existencia. El edificio del Centro Cultural “Santa Teresa”, que alberga la biblioteca municipal, la emisora local de radio, el museo municipal y diversas dependencias culturales, fue el antiguo asilo de la localidad, donado por D. Clemencio Donaire a los pobre de Malagón, y durante décadas fue atendido por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, conservando aún la espadaña.
El Malagón del S. XVI contaba con apenas 600 vecinos, pobres e incultos, a quien Santa Teresa y sus monjas quisieron ayudar desde su llegada a la villa. Escribe la Santa: “como hemos de hacer otra limosna, que sea ésta. Que se traiga una mujer muy teatina (maestra) que la casa le dé de comer y que muestre a labrar (a hacer labores) de balde a las muchachas, y con este achaque que les muestre la doctrina y a servir al Señor, que es cosa de gran provecho”.
Este y otros méritos a favor del vecindario, además de la secular devoción del pueblo de Malagón a la Santa, hicieron que el Ayuntamiento la proclamara Alcaldesa Perpetua de la Villa, el 11 de abril de 2018, al cumplirse los 450 años de la fundación del Monasterio de San José.
Nos dirigimos hacia el siguiente punto del recorrido, por la calle de la Tercia, hasta la Plaza del Remedio.