Ruta “Caminando con Teresa” – 4. Glorieta 23 de Junio

Ruta “Caminando con Teresa”

4.- Glorieta 23 de Junio. (Antigua plaza pública).

Era 11 de abril del año 1568. Todas las fuerzas vivas del lugar se habían puesto al servicio de Santa Teresa, desde su llegada diez días antes a Malagón, para que todo estuviera listo. El día antes, desde el Arzobispado de Toledo, habían llegado las licencias para la Fundación del Monasterio de San José de Malagón. La tercera de las fundaciones de la Santa. Vuelve a ponerla bajo la protección de San José, al que tanta devoción profesa.

Esta plaza, plaza pública de la villa, albergaba numerosos mesones y  un arco voladizo, sobre la actual calle Fray Luis de León. También se encontraba el más importante de los edificios oficiales, al norte de la misma: el castillo de Malagón, que ya hemos descrito anteriormente.

En “unas casas principales cerca de la iglesia” y “otra casa que dicen de la Quintería” se asentaría el Monasterio, de manera provisional, hasta que Doña Luisa construyera, de nueva planta, el nuevo y definitivo edificio del monasterio.

Este día, 11 de abril de 1568, fueron las autoridades y el pueblo en procesión hasta el castillo, a recoger a las fundadoras, para dirigirse después a la Iglesia de Santa María Magdalena, donde habrían de oír misa y después trasladar el Santísimo Sacramento al nuevo Monasterio. Saliendo la procesión desde el castillo con las fundadoras cubiertas por los velos de rostro, llevaba la Santa una niña de la mano, hija del Corregidor de la villa, el Licenciado Antonio Sánchez de Molina. Pasándole la Santa la mano por la cara a la niña, le dijo: “mira que has de ser aquí monja”. Y así fue. Tomando el nombre de Brianda de San José, fue la profesa número 37 de Malagón.

En este Monasterio, donde permaneció la comunidad de Carmelitas Descalzas durante 11 años, tuvieron lugar bastantes éxtasis. Un día, al tiempo de comulgar, llevada de un ímpetu de amor, se levantó en el aire hasta igualar los pies con la ventanilla del comulgatorio. No alcanzando el sacerdote a darle la Sagrada Forma, ella se salió de las manos y se fue a la boca de la Santa.

Otra vez, estando en el refectorio, se quedó arrobada al principio de la comida y estuvo así todo el tiempo que duró.

Y el segundo día de Cuaresma de 1570, escribe la Santa: “Acabando de comulgar, en San José de Malagón, se me presentó nuestro Señor Jesucristo en visión imaginaria, como suele, …. Y díjome que no era ahora tiempo de descansar, sino que me diese prisa a hacer estas casas, que con las almas de ellas tenía Él descanso.”

Y así mismo la mandó que escribiese estas fundaciones, pues en todas había cosas particulares y maravillosas que contar.

Ahora, por la calle Real de la Plata, nos dirigimos al siguiente punto de la ruta: la plaza de Melchor Cano y la Parroquia de Santa María Magdalena de Malagón.

Paso 3 – Hornacina de la Piedra de la Santa

Paso 5 – Glorieta Melchor Cano