El Atlético Teresiano Juvenil pierde los tres puntos ante el Patrimonio Almadén cuando todo parecía encauzado hacia la victoria (1-2)
Hemos escrito más de una vez, porque escribir es más fácil que jugar, que en este deporte llamado fútbol, hay una ley no escrita que dice que el que perdona acaba pagándolo.
Esto es lo que sucedió en el encuentro del sábado en el Félix Barrero:
El Teresiano puso las ocasiones y el buen juego y el Patrimonio de Almadén se llevó los puntos.
Aunque tenemos que ser honestos; sin llegar a hacer ni mucho menos el mejor partido de los chicos de Antonio Garrido, nuestros jugadores crearon durante el partido situaciones de peligro más que suficientes para haberse llevado el encuentro, pero en el fútbol mandan los goles y la efectividad la pusieron los jugadores mineros…
A lo largo de toda la primera mitad el conjunto malagonero fue el que llevó la iniciativa en el juego, disfrutando de más posesión de balón y acercándose en más oportunidades y con mayor peligro al área del Patrimonio.
Quizá, el resultado hubiese sido otro si hubiésemos metido alguna de las oportunidades creadas.
El Teresiano, que había comenzado el partido con Gaspar, Guillermo, Jorge García, Rubén, Dani Tapiador, Iván Sánchez, Javichu, Nacho, Ilías, Diego Mateo y Trevi, comenzó metiendo en su área al Almadén.
El Patrimonio Almadén, que salió con Rafa, Miguel, José Luis, Losilla, Chaparro, Zarco, Altamirano, Acevedo, Adrián, Torrico y Hugo, fue infinitamente efectivo y supo aguantar las acometidas iniciales del Teresiano y mantenerse firmes hasta el minuto 78, cuando el partido, tras el gol de Trevi se volvió loco y desembocó en una victoria visitante que le vendrá genial al cuadro minero.
Se sucedían las ocasiones y cada una que llegaba era más clara que la otra. Quizá este condicionamiento llevó al equipo juvenil a ir relajándose poco a poco…El ansiado gol tenía que llegar por su peso y quizá eso debilitó la presión que tanto Nacho, como Diego y Javichu, Ilías y Trevi practicaban en la presión a nuestros rivales del sábado. Unos rivales que aprovecharon esta relajación en la presión para ir creciendo poco a poco.
En la segunda parte el Atlético Teresiano, sacó a Marco, David Rodríguez Rey, Afro y Diego Balmaseda, pero siguió abusando del juego en largo, sin antes haber circulado el balón para desordenar la defensa rival. Este juego era muy fácil de parar por la aguerrida defensa del Patrimonio.
POR FIN LLEGÓ EL GOL DE TREVI
Y así fue como llegó el gol de Treviño. El sólo se lo guisó y el sólo se lo comió: Tras una jugada individual por banda derecha , se metió por la línea de fondo y tiró a puerta batiendo al portero. Era el 1-0 que se iba a convertir en una trampa mortal para el Atlético Teresiano que en vez de aprovechar los momentos de desconcierto del Patrimonio Almadén se relajó en exceso y pensó que ya estaba todo hecho.
Con 1-0 e Intentando perder tiempo innecesariamente, nos olvidamos casi de lo fundamental del fútbol que es mantener la tensión hasta el final y así llegaron dos fallos consecutivos de nuestra defensa.
Y TAMBIÉN LA TEMIDA RELAJACIÓN…
Todo se forjó en seis minutos el 1-1, en el 84 y el 1-2 en el 90, ambos de Hugo Gallardo que se erigía, con estos dos goles, en el verdadero protagonista del encuentro.
Aunque no es el día más indicado para hablar de individualidades, no podemos dejar de pasar el momento para hablar de la facilidad desequilibradora de Trevi, que realizó un gran partido y que culminó su esfuerzo titánico con un gol que parecía ser el camino al triunfo antes de que se sucediesen los dos errores defensivos que nos costaron la derrota.
También es justo destacar el buen partido de Iván, que poco a poco va cogiendo el tranquillo al equipo y se está convirtiendo en uno de nuestros principales activos.
Como enseñanza de este partido de “injusto” resultado, deberíamos aprender de los errores que nos llevaron a perder los tres puntos.
Cualquier equipo te puede ganar y el Patrimonio supo aprovechar lo que tantas veces sucede en el fútbol.
A fútbol se juega disfrutando, triangulando, presionando, luchando con intensidad, desde el minuto 0 hasta el 90. Si no estás concentrado hasta el final los puntos y el resultado fraguado a base de tesón se puede esfumar en un suspiro.
Todos tenemos que aprender de lo del sábado, jugadores y cuerpo técnico.
¡Vamos Teresiano!